miércoles, 6 de abril de 2011

Siempre Led Zeppelin.

Corrían los primeros años de mi adolescencia, cuando iba en el coche del hermano de un amigo, y escuche a ese animal de la batería, llamado John Bonham, y que metió el ruido de sus timbales de forma arrolladora en mi cabeza. Acto seguido escuche una guitarra eléctrica, que simplemente me hechizo y luego unos sonoros aullidos que iban en perfecta armonía con lo anteriormente narrado.
Era la canción  Rock n' Roll de los Led-Zep. No me imaginaba que ese viaje en coche iba a marcar tanto los designios de mis gustos musicales.
Al poco tiempo, tenia en mi casa todas las cintas (en mi casa no teníamos discos) y fui aprendiendo cada una de las canciones, enamorándome de cada una de aquellas composiciones y pensando que mentes privilegiadas deben ser, para poder crear esos monstruos de temas.
A día de hoy (y ya han pasado unos cuantos años) aun me emociono al escuchar cada uno de sus discos y el pensamiento de que son enormes y eternos.

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